Arepa internacional

Me quebré dos veces.
La primera suceció en el 2006, cuando me vine a vivir para acá y el mundo era otro, completamente distinto, donde la gente comía carne y no arepa, donde no entendían lo que decía y donde no hablaba con nadie. Mi cabeza sólo pensaba en conectarme para sentirlos cerca a todos. En ese momento tú también me quebraste, pero creo que fue más el hecho de no volver que tu ser en particular.
Lloré mucho, hasta ya no sentir nada.
Todo fue adquiriendo forma después, la gente seguía sin comer arepa, pero me hablaba.
Finalmente en un colegio encontré mi lugar en el mundo, allí la gente me quería, me hablaba y algunos hasta comieron arepa.
Encontré a un chico, cuando yo seguía estando muy sola y él me hizo completar lo que faltaba.
Lo amé muchísimo y fuimos sanos el uno para el otro. En cierta forma siento que fuimos medicinales.
Él se sentía solo y un poco desamparado y no demostraba nada. Yo andaba loca por demostrar, porque estaba sola y desamparada.
Nos amamos y duró muchísimo tiempo, la mitad del que llevo yo aquí. Fue feliz, aunque ahora yo sé que nunca había olvidado al primero.
Empecé a sentir una incomodidad, algo me faltaba. Juventud.
Me volví loca y le corté. En parte porque lo necesitaba y porque nunca pude soportar que me corten a mi.
Por un tiemo fui un ente vagando, pensando en mi viaje a Venezuela y en que lo volvería a ver.
Lo volví a ver y fue catastrófico para mi, su imágen destruyó mi mundo.
Esa fue la segunda vez que me quebré, sufro mucho más que en la anterior, pero pocas veces he llorado a moco tendido este año, siempre me encerré en el baño a hacerlo. No se por qué, sentarme en el piso del baño ya se me hizo ritual para cuando lloro a moco tendido.
Todas las demás veces, son peores que llorar a moco tendido.
Es escuchar cualquier puta canción, acordarse de algo o ver que los demás, a tu alrededor tambien están mal, y que se te encoja todo, los hombros se te tensen y los ojos se te aguen, pero que no caiga una lágrima. Entonces luego hay que irse a la cama con esa sensación en todo el cuerpo y yo siento que se va acumulando y acumulando y algún día tendré que explotar.
Lo que pasa, es que de estas circunstancias, no cambiaría absolutamente nada, porque me hicieron ser lo que soy ahora. Una persona fuerte que aunque las cosas se desmoronen, puede reir y puede disfrutar. Una persona que acepta lo que le pasa, lo asume y hace el esfuerzo de superarlo. Sé que esa capacidad no la tienen todos.
En todo caso, me estoy cansando de no sentir nada.
Felizmente puedo decir, que mi colegio sigue siendo mi lugar. Sé que no estoy sola, se que allá y acá tengo mi familia y mis amigos y ellos me hacen sentir bien.
Ya no necesito un chico por estar sola, no necesito. Si llego a tener, que sea por amor, no por soledad.
Ahora vivo en mi mundo, en mi mundo me quebré dos veces, la gente me habla, cibernéticamente hablo con gente que amo y físicamente tambien.
De vez en cuando comen arepa y les gusta.
Yo de vez en cuando me tomo un mate cocido, y me gusta.

<3