domingo, 19 de septiembre de 2010

No quiero

No tengo nada para dar. Estoy tan vacía que ya me acostumbré y volver a aventurarme en ese mundo lleno de emociones, es como zambullirze en una piscina de agujas, es como dejar que un perro te muerda la mano, y mirar mientras lo hace, es como salir a la calle cuando hay toque de queda; y capaz en realidad no es una piscina de agujas sino de azúcar, capaz el perro no te muerda, sólo te lama, capaz no hay toque de queda, sino un desfile..pero no puedo arriegarme. Antes, tengo que armar una pared, ladrillo por ladrillo, hasta que este bien segura. Perdí mi pared, estoy muy expuesta ahora, recien empiezo a montar los ladrillos, no me puedo arriesgar.
No quiero tener miedo constante, no quiero dudar, no quiero nada nada nada que me haga recordar, no quiero nada. Quiero estar sola, tengo que aprender a reconstruirme sola. No me importa lo que piensen de mí, algunos piensan que estoy dañada, que no voy a llegar a ningún lado con esta actitud, pero yo se que sí. Se que algun día valdrá la pena esto, algun día valdrá la pena esta soledad, este vacío, algun día alguien lo llenara de piscinas, perros que lamen y desfiles.
No quiero dañar a nadie, no quiero que por mi culpa la gente se arruine, no quiero que quieran arreglarme, porque no es la solución, yo sola tengo que hacerlo.
No quiero nada, por lo menos, hasta que construya mi pared.
Buenas tardes, personas. ¿Saben lo que se siente haber escapado de la realidad unos días, y luego volver?¿Y saben cómo se siente ese volver? Se siente horrible, es como haber acentuado la realidad.