viernes, 26 de febrero de 2010

Palabras ajenas, pensamientos mutuos.

Imagínate que tienes que sonreír después de recibir un bofetón y luego imagínate que tienes que hacerlo las veinticuatro horas del día.

Después de todo, tú ya deberías saberlo, los jóvenes siguen siendo niños, y los niños a veces tienen derecho a ser cabezotas.

ºUn anuncio reconfortanteº
Por favor, a pesar de las amenazas anteriores,
conserva la calma.
Sólo soy una fanfarrona.
No soy violenta.
No soy perversa.
Soy lo que tiene que ser.


La ladrona de libros. Markus Zusak



-. Dime, qué comemos.
El coronel necesitó setenta y cinco años - Los setenta y cinco años de su vida, minuto a minuto - para llegar a ese instante. Se sintió puro, explícito, invencible, en el momento de responder:
-. Mierda.


El coronel no tiene quien le escriba. Gabriel García Márquez


Hemos perdido aun este crepúsculo.
Nadie nos vio esta tarde con las manos unidas
mientras la noche azul caía sobre el mundo.

He visto desde mi ventana
la fiesta del poniente en los cerros lejanos.

A veces como una moneda
se encendía un pedazo de sol entre mis manos.

Yo te recordaba con el alma apretada
de esa tristeza que tú me conoces.

Entonces, dónde estabas?
Entre qué gentes?

Diciendo qué palabras?
Por qué se me vendrá todo el amor de golpe
cuando me siento triste y te siento lejana?

Cayó el libro que siempre se toma en el crepúsculo,
y como un perro herido a mis pies mi capa.

Siempre, siempre te alejas en las tardes
hacia donde el crepúsculo corre borrando estatuas.


(es hermosísimo, me hizo llorar)

Pablo Neruda



Todo cuerpo es precioso si preciosa es la mirada. Invariablemente, no existe belleza que no sea política.
Anatole Saderman


Sobrevivimos al amor como a otras cosas
Y lo metemos dentro de un cajón
Hasta que luce como moda vieja
Igual a los atuendos señoriales.

Emily Dikinson


Laertes.- Me doy por satisfecho en mi corazón, cuyo impulso, en este caso, debiera excitarme a la venganza. Pero en lo que a mi honor atañe, manténgome en reserva, y no acepto reconciliación hasta que de los jueces ancianos y honorables obtenga un dictamen razonado en favor de la paz, a fin de que mi nombre quede sin mancilla. Entre tanto acepto la buena amistad que me ofrecéis, y no faltaré a ella.

Hamlet. William Shakespeare

1 comentario:

  1. ok, me encantó el de emily dickinson

    Sobrevivimos al amor como a otras cosas
    Y lo metemos dentro de un cajón
    Hasta que luce como moda vieja
    Igual a los atuendos señoriales.

    ES ASÍ TOTALMENTE.

    ResponderEliminar